El secreto de una bibliotecaria: pillada con las manos en la masa y follada duro
¿Alguna vez has notado que los que parecen más dulces son los más astutos? Hoy ha entrado en mi tienda una bibliotecaria aparentemente inocente, pero no me he dejado engañar. Estos ratones de biblioteca saben cómo jugar, pero no bajo mi techo. La pillé in fraganti, metiendo libros en su bolso. Alegó que su biblioteca estaba en quiebra y los necesitaba para los niños. ¡Y una mierda! Las reglas son las reglas, y aquí no se tolera el hurto. Arrastré su culo a mi oficina para una "charla". Es hora de un profundo y minucioso registro de cavidades para asegurarme de que no esconde nada más. Además, puedo manosear a esta nena y presionar mi polla contra su carne desnuda. Veamos qué tan sucia está dispuesta a ser para salir de aquí impune. ¿Robándome? Ella está a punto de pagar en su totalidad, con intereses, justo en mi escritorio.